El juanete (“hallux valgus”) es una deformidad frecuente de ver en el lado interno del pie que consiste en la desviación del dedo gordo y la formación de una protuberancia ósea sobre la que se establece una inflamación muchas veces dolorosa o molesta para calzarse.

Su formación es debida a factores genéticos predisponentes a lo que se agrega la acción deformante del calzado. La mayoría de quienes lo padecen son mujeres, las que pagan el alto precio del zapato más estrecho si bien elegante. Siendo inútiles los tratamientos conservadores, invariablemente, de pretender su corrección, hay que pensar en términos de cirugía.

Si bien en alto número la consulta es por razones estéticas, otras muchas son por dolor o dificultad para calzarse. Muchos preguntan con temor o recelo acerca de la operación, sabiendo de la mala reputación que ha tenido en el tiempo la cirugía del juanete, en especial con respecto al dolor post-operatorio y al largo tiempo de recuperación, imaginando reposo con inmovilizaciones y por tiempo prolongado.

En las condiciones actuales es necesario erradicar el concepto de que las operaciones de juanete son dolorosas. La evolución de las técnicas anestésicas ha permitido mejorar sistemáticamente el dolor post-operatorio. La anestesia es, muchos casos, local o regional, a partir del bloqueo de los nervios sensitivos del pie a la altura del tobillo. Esto hace que frecuentemente el dolor se reduzca a valor cero en el primer día de operada, lo que ha permitido que ésta sea una práctica ambulatoria. Además, gracias a la utilización de instrumentos quirúrgicos de precisión, pequeños y mínimamente traumáticos, se ha podido reducir significativamente el tiempo de convalecencia, permitiendo en muchos casos caminar a los dos días de operada mediante el uso de una simple sandalia post-operatoria.

Dependiendo siempre del caso, muchas pacientes pueden calzar zapatillas entre la 3° y 4° semana, retomando gradualmente sus tareas habituales. Algunas semanas después, cuando desaparece el edema secundario a la operación, la paciente puede volver a calzar sus zapatos de uso cotidiano y realizar actividades físicas.