Este problema puede afectar la vista en cualquier etapa de la vida. La Dra. María Soledad Lirola Linares, Oftalmóloga, Fellowship en Oftalmopediatría y Estrabismo y miembro del staff de la Clínica Santa Lucía nos explica cuáles son sus causas y síntomas más comunes.
El estrabismo es una patología visual que afecta al posicionamiento de los ojos haciendo que estos no estén alineados correctamente. El ojo fijador mira hacia adelante, mientras que el otro ojo puede rotar hacia adentro, afuera, arriba o abajo. Esta desviación puede estar siempre presente o presentarse en algunos momentos del día, sobre todo cuando el paciente está cansado o distraído.
Esta condición puede estar presente en otros miembros de la familia, o no tener ningún antecedente familiar con esta enfermedad. Es importante mencionar que si bien es una afección que suele asociarse a la infancia, también puede ocurrir y tratarse en la vida adulta.
Entre las causas de estrabismo podemos mencionar al Esencial, generalmente de origen infantil; el Sensorial, asociado a la baja visión de uno de los ojos; el Paralítico, que se produce por la afección directa de los músculos que mueven el ojo ya sea por isquemias, tumores o patologías neurológicas; y finalmente el Restrictivo, que se da como consecuencia mecánica a cirugías oculares previas, fracturas o traumatismos orbitarios, o secundarios a miopía elevada y enfermedades tiroideas.
¿Cuáles son los signos y síntomas del estrabismo y por qué se producen?
Cuando existe una visión normal, los dos ojos se dirigen hacia el mismo objetivo y ambas imágenes se envían al cerebro, quien es el responsable de fusionarlas y formar una sola imagen tridimensional. Esto permite tener la percepción de profundidad.
Sin embargo, cuando un ojo no está alineado, se envían dos imágenes diferentes al cerebro. En un niño pequeño, el cerebro se encargará de ignorar la imagen del ojo desviado y solo verá con el ojo fijador. Consecuentemente, perderá la percepción de profundidad, y el ojo desviado desarrollará ambliopía u “ojo vago”. Este último concepto, hace referencia a la detención del desarrollo visual del ojo desviado debido a su menor uso y falta de estimulación. Ocasionalmente, los niños con estrabismo entrecierran un ojo ante la presencia de luz solar, o inclinan la cabeza para usar los dos ojos.
Por otro lado, este fenómeno de “supresión”, no se da en el adulto que desarrolla estrabismo. Debido a esto, son pacientes que manifiestan como síntoma principal, tener visón doble o “diplopía”, de forma permanente o en ciertas posiciones de la mirada.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
El estrabismo puede ser diagnosticado durante un examen ocular. Ante la sospecha de este padecimiento, se recomienda una consulta sin demora al oftalmólogo. Es muy importante realizar los controles oftalmológicos en los niños al mes de nacimiento, a los seis meses y a los tres años de edad. Posteriormente, un control anual permite un correcto seguimiento.
En cada consulta, el profesional toma la agudeza visual de cada ojo por separado, con y sin anteojos (corrección refractiva), controla la posición de los ojos y los movimientos oculares, observa detenidamente la anatomía del aparato visual y puede solicitar estudios complementarios.
¿Tiene tratamiento?
El tratamiento se inicia de inmediato, teniendo en cuenta la causa que lo produce. El oftalmólogo puede indicar anteojos, adhesión de prismas, estimulación visual y oclusión con parche, ejercicios ortópticos y en algunos casos cirugía.
Para solicitar un turno con la Dra. María Soledad Lirola Linares, Oftalmóloga, Fellowship en Oftalmopediatría y Estrabismo, puede solicitar su turno al 264-4211827